Mármoles, granitos y cuarcitas – Descubre la diversidad de las piedras naturales y sus aplicaciones

La enorme diversidad de mármoles encontrados en Brasil refleja la riqueza geológica y la vocación del país por producir bellezas naturales. También refleja la capacidad de las empresas y profesionales de corte y acabado para transformar estas piedras en obras maestras de construcción y de diseño.

Cada uno de ellos con sus características únicas y sus distintos atractivos visuales, los mármoles nacionales deleitan a clientes de todo el mundo y son parte de proyectos icónicos al rededor del mundo.

Entre los principales mármoles de origen brasileño podemos destacar los de fondo blanco con vetas grisáceas, similares al italiano Carrara, comúnmente llamado Calacatta, pero que pueden variar en nomenclatura dependiendo del lugar de origen y de la empresa que posee la autorización de extracción.

En el país aún existen mármoles con un fondo claro marcado por vetas doradas y/o negras, granulaciones verdes o grises, así como otras variaciones con un fondo más grisáceo, rosado, beige, negro e incluso rojo.

Los mayores yacimientos de mármol del país se encuentran en los estados de Minas Gerais, Paraná y Espírito Santo. En esta última se ubica la ciudad de Cachoeiro de Itapemirim, conocida como la “capital mundial del mármol” por la enorme cantidad de yacimientos y empresas procesadoras instaladas en la región.

Mármoles calcíticos y dolomíticos

Los dos tipos principales de mármol que se comercializan son el calcítico y el dolomítico. Ambas son rocas metamórficas, pero tienen claras diferencias en términos de composición mineral, características físicas y propiedades.

El mármol calcítico se compone principalmente de calcita, que es un mineral de carbonato de calcio. La calcita le da al mármol sus colores y texturas.

El mármol dolomítico, a su vez, está compuesto principalmente de dolomita, que es un mineral de carbonato de calcio y magnesio.

El mármol de calcita tiende a ser más blando y más susceptible a rayarse que el mármol dolomítico. Además, el mármol calcítico es más susceptible a reacciones químicas con ácidos, que pueden provocar desgaste y manchas en la piedra si no se impermeabiliza correctamente y/o se aplica en el lugar adecuado.

El mármol dolomítico es generalmente más duro y resistente que el mármol calcítico, debido a la presencia de magnesio en su composición. También es menos susceptible a reacciones químicas con ácidos, lo que lo hace más duradero en determinados contextos.

Por su composición, el mármol dolomítico generalmente se recomienda para proyectos donde se desea una mayor durabilidad y resistencia. Se suele utilizar en baños, revestimientos de suelos e incluso en encimeras de cocina y zonas gourmet.

El mármol calcita se utiliza mucho en proyectos de diseño de interiores, esculturas y elementos decorativos, y es más adecuado para aplicaciones que están sujetas a un uso menos intensivo.

Ambos tipos de mármol tienen sus propias ventajas y desventajas, y la elección entre ellos dependerá de las necesidades específicas del proyecto, las condiciones de uso y las preferencias estéticas.

Mármol x Granito x Cuarcita

El mármol, el granito y la cuarcita presentan marcadas diferencias en cuanto a composición, características físicas, apariencia y aplicaciones. Consulte los puntos principales:
Composición – El mármol es una roca metamórfica formada a partir de la piedra caliza que fue sometida a altas temperaturas y presiones dentro de la Tierra. Está compuesto principalmente de calcita, que es un mineral de carbonato de calcio.

El granito es una roca ígnea que se origina por el lento enfriamiento del magma subterráneo. Está compuesto por varios minerales, entre ellos feldespato, cuarzo y mica, que forman una matriz cristalina.

La cuarcita, a su vez, se forma a partir de arenisca, un tipo de roca sedimentaria compuesta principalmente por granos de cuarzo. Durante el proceso metamórfico, la arenisca se somete a altas presiones y temperaturas, lo que lleva a la recristalización de los granos de cuarzo, lo que da como resultado la formación de cuarcita.

Dureza y durabilidad – El mármol es relativamente más blando que el granito y es más susceptible a rayarse si se somete a un uso intenso. Además, el mármol es menos resistente a las manchas y a los ácidos, lo que significa que puede deteriorarse con el tiempo si no se sella y mantiene adecuadamente.
El granito, por el contrario, es considerablemente más duro y resistente que el mármol. Su dureza lo hace más resistente a rayones y daños, y también es menos susceptible a manchas y ácidos. Esto hace que el granito sea una opción popular para aplicaciones que requieren durabilidad, como encimeras de cocina, baños, fachadas y pisos de alto tránsito.

Las cuarcitas son notablemente más duras y resistentes que los mármoles y granitos, lo que las hace más resistentes a rayones y daños. También son menos susceptibles a las manchas y resisten mejor a los ácidos en comparación con otros tipos de piedras ornamentales.

Apariencia – El mármol suele tener distintas vetas y patrones más suaves. Sus colores van desde el blanco hasta tonos más oscuros, pasando por varias tonalidades de gris y beige.

El granito, a su vez, es conocido por sus texturas granulares y patrones más puntiagudos. Su paleta de colores es bastante diversa, abarcando una amplia gama de tonos, incluidos blancos, negros, rojos, verdes, amarillos, marrones y muchos otros.

Las cuarcitas también vienen en una amplia variedad de colores, incluidos tonos de blanco, gris, amarillo, rosa, verde y otros. Generalmente tienen una textura granular o cristalina, con vetas en movimiento o muy suaves. Pueden variar desde los patrones más clásicos hasta los más exóticos.

Mármoles x piedras sintéticas

La elección entre el mármol natural y las piedras sintéticas depende de las preferencias estéticas, las necesidades de rendimiento, el presupuesto y las condiciones de uso esperadas para el proyecto.

En general, las superficies sintéticas se producen en laboratorios a partir de una mezcla de resinas poliméricas y fragmentos de minerales naturales, como cuarzo, vidrio y pigmentos. Estas mezclas están diseñadas para imitar el aspecto de las piedras naturales, como el mármol, pero en la mayoría de los casos carecen de estética, estructura y resistencia.

Los estudios demuestran que la producción de estos materiales sintéticos también es más dañina para el medio ambiente, debido a los recursos utilizados como el agua y la energía gastada durante el proceso, así como los productos químicos y tóxicos utilizados.
Los mármoles vienen en una amplia variedad de colores, vetas y patrones naturales. Cada pieza es única y trae la belleza viva de la naturaleza, lo cual es un gran atractivo y diferenciador para proyectos que buscan autenticidad y originalidad.

Las piedras sintéticas también vienen en una variedad de colores y patrones, pero son claramente imitaciones hechas por máquinas de impresión.

Los mármoles naturales varían de precio según la rareza y la calidad del material. En algunos casos, el mármol de alta calidad puede resultar bastante caro, pero la durabilidad y el factor sostenible marcan la diferencia a largo plazo, haciendo que la inversión valga la pena.

Las piedras sintéticas también varían en precio, pero analizando a corto plazo suelen ser más económicas en comparación con el mármol, el granito y la cuarcita. A pesar de esto, no son duraderas como las piedras naturales y no tienen el alto poder de reciclaje y reutilización que tienen las piedras naturales en muchos otros segmentos industriales.

Un revestimiento milenario

El mármol es un revestimiento que nos ayuda a contar la historia del mundo. Su uso como base estética y ornamental se remonta al tercer milenio a.C., en la región de Mesopotamia y en Egipto, donde se utilizó en esculturas y tumbas faraónicas.

piramide egito - reprodução pinterest
Pirâmide de Queops - Blocos de Calcário - Foto_ Reprodução R7.com
Los griegos también difundieron el uso del mármol en la escultura y la arquitectura, con obras antiguas y producciones artísticas milenarias de alto valor histórico.
En Italia, durante el Imperio Romano, el mármol se utilizó como símbolo de estatus y lujo, en las grandes construcciones privadas y en obras de arte que abarcan generaciones debido a su nobleza y riqueza de detalles.
En la Edad Media el mármol se volvió indispensable en la construcción civil, utilizándose en casas, iglesias, templos y palacios. Países como Italia, Francia y España se destacaron en la extracción, aplicación y comercialización de la piedra, que se volvió cada vez más noble y objeto de deseo.
 A finales del siglo XIX y principios del XX, como consecuencia de la Revolución Industrial, el consumo de las piedras ornamentales se impulsó y se extendió debido a la mejora de las tecnologías y al surgimiento de nuevas formas de mecanizar los procesos de procesamiento y explotación de bienes minerales.

Un revestimiento que nunca pasa de moda

El uso del mármol en la arquitectura es unánime en cuanto a clase y elegancia. Con el paso de los años ha ido adquiriendo nuevas estéticas, nuevos acabados e innumerables formas de aplicación y uso. Pero un hecho es innegable: el mármol es un revestimiento que nunca pasa de moda. Se ha adaptado a las nuevas tendencias en arquitectura y diseño y siempre está presente en proyectos que ponen la sofisticación en primer plano.

Fuente: Centrorochas Blog (https://blog.centrorochas.org.br/)